Física cuántica para los pobres de espíritu

viernes, 27 de marzo de 2009

Dylan Mondegreen - While I Walk You Home (2007)

Cuenta la promoción de este álbum que Dylan Mondegreen, nombre artístico bajo el que se esconde Borge Sildnes, se refugió durante el año que duró la creación de “While I Walk You Home” en una casa situada en una isla al Oeste de Noruega, su país natal. Fue allí, rodeado e influenciado por la naturaleza del lugar, donde se hizo posible el alumbramiento de su prístino estilo de afrontar la música. Promoción al margen, podemos afirmar que la música contenida en las diez canciones de este debut contagian una placidez rara vez contemplada que fácilmente nos transportará no sólo a un bonito paraje nórdico, si no a todo aquel rincón que a cada uno le pueda hacer sentir en paz. Porque ese es el efecto que todo aquel creador de Pop, en el más clásico sentido del término, logra cuando emplea todo su talento en la consecución de la melodía perfecta, el arreglo más delicado, la contención en los tiempos… Así Dylan Mondegreen fijará su punto de mira en un clásico actual de la talla de Josh Rouse, puesto que quién si no está tras el estilo de ese inicio de disco que es “Wishing Well”, pieza atemporal que recuerda poderosamente al norteamericano y que perfectamente se convertirá en uno de las canciones del 2007 para el aficionado al Pop de raíz melancólica. Pero no quedan ahí los parentescos, en realidad son decenas los nombres que vienen a nuestra mente al pensar en la música de “While I Wlak You Home”, el más evidente es el del gran Burt Bacharach, referencia indiscutible en un disco de esta naturaleza, pero también vemos trazos del mejor (capaz también de lo peor, pero esa es otra historia) Nick Heyward, con el que comparte ese gusto por la elegancia y la calma. Influencias aparte, queda claro que Dylan Mondegreen a dado en este disco con la fórmula correcta para alumbrar diez canciones que brillan por sí solas. A continuación de “Wishing Well”, sale a nuestro encuentro una veraniega y feliz “Girl In Grass”, más propia de climas cálidos que de la gélida Noruega, o “Something To Dream On”, la pieza más emotiva del disco, de tanta belleza que hace recordar con su escucha esa genial frase del tema “Knee Trembler” de Close Lobster que decía algo así como “soy tan feliz que me cortaría las venas”. Algo radical, sí, pero una frase que define a la perfección la sensación que nos invade escuchando la mejor canción del disco. “That Mortal Kiss”, “Broken French”, “While I Walk You Home”… uno no sabe por dónde continuar, y ante tan sucesión de cortes gloriosos no queda más remedio que rendirse ante la evidencia de que estamos ante un debut atípico en cuanto a su madurez y perfección en un artista joven que ha puesto su mirada alto, muy alto. “While I Walk You Home” fue publicado en el mes de Septiembre del 2007, y goza de una muy reducida distribución, por lo que mucho nos tememos que en breve pasará a ser considerado como disco de culto para todos aquellos que hayan tenido la fortuna de tropezar con alguna de sus canciones. Ni por un segundo dejes pasar la oportunidad de escuchar semejante colección de aciertos, un clásico desde este preciso instante.

Escrito por Manuel Soleado

Track List:
01. Wishing Well
02. Girl In Grass
03. Say It Isn't So
04. Something To Dream On
05. My Favourite Songs
06. That Mortal Kiss
07. Faint Sound Of Surf
08. Broken French
09. Where You Are Is Where It's At
10. While I Walk You Home

domingo, 22 de marzo de 2009

Candi Staton - His Hands (2006)

La resurrección soul del 2006, después de las protagonizadas en temporadas anteriores por Solomon Burke, Al Green o Bettye Lavette, nos devuelve a la actualidad a Candi Staton, curiosamente en el sello de Damon Albarn de Blur, que está demostrando un gusto ecléctico e inmaculado en sus ediciones. Aquí, junto a canciones de Merle Haggard ("You Don’t Have Far To Go"), Charlie Rich ("You Never Really Wanted Me"), Bobby ‘Blue’ Bland ("When Hearts Grow Cold") o Solomon Burke ("Cry To Me"), todas ellas arropadas con la producción espartana de Mark Nevers de Lambchop. Lo que verdaderamente pone la piel de gallina es "His Hands", escrita por Will Oldham, y en la que Candi Staton vive, más que canta, una historia de amor, abuso y redención.

Escrito por Xavier Valiño


Track List:
01. You Don't Have Far To Go
02. When Hearts Grow Cold
03. It's Not Easy Letting Go
04. His Hands
05. How Do I Get Over You?
06. You Never Really Wanted Me
07. I'll Sing A Love Song To You
08. In Name Only
09. Running Out Of Love
10. Cry To Me
11. When Will I?

lunes, 16 de marzo de 2009

Richard Hawley - Coles Corner (2005)

Jorge Luis Borges ya nos había señalado que Oscar Wilde siempre -o casi siempre- tenía razón. Las circunstancias que marcaron el destino de Richard Hawley no hacen mas que confirmar una sentencia del escritor irlandés: "La vida imita al arte", porque, ¿quien puede negar que la biografía de Hawley parece calcada de algún film de Franz Capra?

Su curriculum dice que fue guitarrista de Longpigs, una intrascendente banda de brit pop que editó dos discos entre 1996 y 1999. También que participó como invitado en discos de Robbie Williams, Beth Orton y All Saints, entre otros. En el año 2000 fue invitado por Jarvis Cocker y Steve Mackey, amigos de la infancia, para que sea el guitarrista invitado de Pulp. De esa manera comenzó a recuperarse de sus adicciones al alcohol y a las drogas, que, según sus propias palabras, lo estaban llevando a la muerte. Hasta este punto del relato nos encontramos ante un personaje gris, un segundón que, de no ser por unos viejos camaradas, hubiese pasado al olvido fácilmente... pero la fortuna, por una vez, estuvo de su lado. Al final de una sesión de grabación de la que participaba, sobró tiempo de estudio que nadie quería. Hawley lo aprovechó y grabó un demo de siete canciones con la idea de que alguien las interprete con su voz. Un amigo le envió una copia de esa cinta a varios sellos discográficos sin que Richard lo supiera, e inesperadamente, hubo muchos que se mostraron interesadas por la grabación. Finalmente fichó para Setanta, que editó las canciones del demo con el formato de un EP. De esa manera comenzó la carrera solista de quien, hasta entonces, nunca había pensado en cantar. Al EP "Richard Hawley"(2001) le sucedieron "Late Night Final" (2002) y "Lowedges" (2003), dos álbumes sumamente atractivos, que instalaron a este músico como un personaje de culto. Sin embargo, solo fueron el preludio para "Coles Corner" (2005), uno de los mejores discos de los últimos años.

La música de Richard Hawley, y este álbum en particular, nos remiten inmediatamente a la década del cincuenta. A esa época en que las esquinas eran el punto de encuentro para los amantes, y los arreglos de cuerdas abrigaban el dolor de los crooners que le cantaban al amor no correspondido. La enumeración de influencias (Elvis Presley, Roy Orbison, Johnny Cash, Scott Walker) no tiene que confundir al lector: no estamos hablando de un imitador, ni de un mero reciclador. Richard Hawley es el autor de un repertorio atemporal, clásico en sus estructuras y sobresaliente por su esplendor melódico. “Just Like The Rain”, “Born Under A Bad Sign” y "Coles Corner" son canciones perfectas, a la altura de las que Richard aprendió siendo un niño gracias a la colección de discos de su padre. Sin embargo, la majestuosa "The Ocean" es la referencia ineludible de este trabajo. No solo es mi canción preferida del 2005, además es una de las más emocionantes que he escuchado en mi vida.

Su siguiente álbum, “Lady’s Bridge”(2007), es la continuación lógica de “Coles Corner” y la confirmación de que Richard Hawley es uno de los músicos más talentosos que podemos encontrar por estos días.

Track List:
01. Coles Corner
02. Just Like The Rain
03. Hotel Room
04. Wait For Me
05. The Ocean
06. Born Under A Bad Sign
07. I Sleep Alone
08. Tonight
09. Wading Through The Water
10. Who's Going To Shoe Your Pretty Little Feet
11. Last Orders

domingo, 8 de marzo de 2009

Al Green - I Can't Stop (2003)

Al igual que el "Don't Give Up On Me" de Solomon Burke, "I Can't Stop" representó el regreso de un músico que había renunciado a su vida laica para dedicarse a la religión; pero la historia de Al Green es diferente a todas las demás, ya que su retiro se produjo después de haber tenido el mundo a sus pies.

A principios de los setenta, y de la mano de Willie Mitchell, creador del distintivo sonido del sello Hi Records, Al Green publicó una serie de álbumes excepcionales. "Let’s Stay Together" (1972), "I’m Still in Love With You" (1972), "Call Me" (1973) y "Explores Your Mind" (1974) son algunos de los títulos que se inscribieron con letras mayúsculas en la historia del soul. Discos perfectos, llenos de sensualidad y clase. Conmovedores por su espiritualidad y trascendentes por su esplendor formal. En 1974, cuando su carrera se encontraba en pleno apogeo, un hecho desgraciado marcó su vida para siempre. Mary Woodson, una ex novia, ingresó a su casa mientras Al se estaba bañando e intentó desfigurarlo arrojándole puré de maíz hirviendo. Luego se suicidó frente a él con una de sus armas. Green, que recibió quemaduras de segundo grado en el pecho, la espalda y los brazos, comenzó ha alejarse de la música secular a partir de ese momento. En 1976 se consagró reverendo de la iglesia Pentecostal y compró su propia iglesia, aún así continuó editando discos de soul. Mitchell, que no estaba de acuerdo con el nuevo rumbo que tomaba su carrera, decidió interrumpir su sociedad artística y los siguientes discos de Green fueron producidos por él mismo: "The Belle Album" (1977) está a la altura de sus clásicos, no así el fallido "Truth n' Time" (1978). Un nuevo incidente ocurrido en 1979 desencadenaría su retiro definitivo (o casi) de la vida mundana. Durante una actuación en vivo en Cincinnati, se cayó del escenario y sufrió graves heridas. Otra señal de que debía consagrar su vida exclusivamente a Dios, o por lo menos eso fue lo que interpretó el protagonista de nuestra semblanza. Durante las décadas del ochenta y del noventa su contacto con la música se circunscribió a editar álbumes de gospel, aunque en 1994 intentó un regreso con el interesante "Don't Look Back", producido por Arthur Baker junto a Andy Cox y David Steele de los Fine Young Cannibals. Este disco que originalmente fuera lanzado exclusivamente para el mercado europeo se publicó en Estados Unidos al año siguiente con un par de modificaciones y bajo el nombre de "Your Heart’s in Good Hands" pero no obtuvo repercusión con ninguna de sus ediciones.

En el 2003, tal vez inspirado en el glorioso retorno de Solomon Burke, Green volvió a intentarlo y esta vez la historia tuvo un final feliz. En una entrevista con la revista Les Inrockuptibles contó los motivos de su vuelta: "Willie (Mitchell) me insistió durante más de veinte años para que volviéramos a hacer un disco juntos. Acepté por dos razones: primero, hace unos meses un hombre me reconoció en la calle y me dijo: "Al, ¿porqué no volves al soul? Lo conoces mejor que nadie..." ¡Me contó que cuando estaba en la panza de su madre ya escuchaba mis canciones! Eso me emocionó. La segunda razón es que Willie ha pasado momentos muy difíciles últimamente. Perdió a su hermano y a su esposa y estuvo un tiempo internado por culpa de la diabetes. Sabía que necesitaba un cambio de aire, así que terminé accediendo. En un momento me dijo: "Sos mi artista, hace mucho tiempo comenzaste una obra que jamás terminaste. Este álbum que haremos juntos será tu obra definitiva". "I Can't Stop" quizás no sea su obra definitiva, pero indudablemente está a la altura de las circunstancias. La virtuosa voz de Green es la misma de siempre, y la producción de Mitchell reproduce a la perfección un estilo único. La magia de la sociedad interrumpida veintisiete años atrás estaba de vuelta. "I Can’t Stop", “Raining in My Heart” y "Million to One" son algunas de las joyas atemporales que engalanan este disco y que se inscriben sin ningún tipo de dificultad entre lo mejor de su repertorio. Además de Willie Mitchell, aquí participaron varios de sus músicos históricos: el guitarrista Mabon “Teenie” Hodges, el bajista Leroy Hodges, el grupo vocal Rhodes-Chalmers-Rhodes y la sección de vientos The Royal Horns. Al Green volvió a grabar en el mítico estudio Royal de Memphis y a cantar en el Number Nine, un microfono que permaneció veinticinco años guardado en un cajón esperando reencontrarse con su único dueño.

Para terminar, el reverendo Green nos aclara una duda que, seguramente, más de un escéptico como yo debe tener: ¿por qué cree que buena parte de los cantantes de soul de los sesenta y setenta que no murieron de jóvenes han acabado refugiándose en la Iglesia?
"Porque una vez has alcanzado cierta posición en la vida, sea lo alta que sea, ya solo te queda un lugar al que ir. No tienes otra elección. Todos hemos subido por esa escalera. Ahora yo soy su embajador y mi trabajo es transmitir amor y felicidad. Él me dijo: "Al, quiero que lleves amor y felicidad alrededor del mundo. Nunca lo olvides. Cada noche tienes que hablarles un poco de Jesús. Y luego ya les cantas todas tus canciones".

Track List:
01. I Can't Stop
02. Play To Win
03. Rainin' In My Heart
04. I've Been Waitin' On You
05. You
06. Not Tonight
07. Million To One
08. My Problem Is You
09. I'd Still Choose You
10. I've Been Thinkin' Bout You
11. I'd Write A Letter
12. Too Many