Física cuántica para los pobres de espíritu

domingo, 21 de noviembre de 2010

Bergen White - For Women Only (1970)


"Escribí un libro al que llamé La Otra Aventura porque reúne ensayos sobre literatura, sobre libros. Una aventura es la vida, la otra -al menos para mí- son los libros."

Adolfo Bioy Casares

"La Otra Aventura" (1969) es un libro bastante atípico, ya que recopila artículos que Bioy había publicado previamente. Si bien se trata de una obra menor tiene muchos momentos entretenidos, entre ellos "Ensayistas ingleses", el prólogo a la antología homónima de Clásicos Jackson. En ese capítulo Bioy recorre la obra de maestros de la talla de Bacon, Swift, Goldsmith, Coleridge, Wilde y Chesterton entre otros, aportando numerosos datos de color y evitando los lugares comunes. Al repasar la vida de Thomas De Quincey (1785 - 1859) Bioy hizo hincapié en una de las curiosas costumbres que tenía este escritor: De Quincey escondía papeles -notas de toda índole, reseñas, inclusive pequeños ensayos- en los cuartos que alquilaba para que los arrendadores y/o los futuros inquilinos obtengan beneficios de esos regalos. El consuelo que encuentro al escuchar "For Women Only" es imaginar que alguien, tal vez el mismo Bergen White, decidió ocultarlo con el único propósito de que un bendito día lo descubramos y nos regocijemos con su contenido. Su destino, de esa manera, adquiere un nuevo sentido.

El nombre de Bergen White está asociado con el sonido de Nashville, puntualmente a gente como Elvis Presley, Tony Joe White, Wanda Jackson, Glen Campbell, Dolly Parton, Duane Eddy y Kenny Rogers, con quienes colaboró en carácter de productor artístico y/o arreglador. Que nos resulte poco familiar tiene que ver con nuestro desconocimiento del country, ese género que hemos aprendido a respetar a pesar de que no dice nada sobre nosotros ni de nuestras vidas. Los datos biográficos que encontré señalan que White nació en Oklahoma en 1939 y que se mudó a Nashville a los catorce años. Ahí conoció a Bobby Russell y Buzz Cason con quienes grabó un simple que se editó bajo el nombre de The Todds. No tuvo ningún otro contacto con la música hasta que, dos años después de finalizar la universidad y mientras ejercía como profesor de matemáticas, fue convocado por Russell a unirse al staff de Hit Records, un sello dedicado a publicar covers de los hits del momento. Esta labor le sirvió a White para obtener una gran experiencia y, fundamentalmente, para conocer al productor Bill Justis quien le ofreció el puesto de vocalista en Ronny & The Daytonas, un grupo prefabricado que imitaba a The Beach Boys, en el que tocaban sus viejos amigos Russell y Cason; junto a la oportunidad de acompañarlo como ayudante en las sesiones de grabación. En 1967, al tiempo en que iba aprendiendo el oficio de productor, Bergen White publicó su primer simple como solista: "If It's Not Asking Too Much", una pequeña sinfonía pop que pasó inadvertida. Durante 1969, en medio de las giras con Ronny & The Daytonas, llegó el momento de grabar su álbum debut. A pesar de que fue concebido junto a los mejores músicos de Nashville -The Wrecking Crew- "For Women Only" es un disco de pop clásico, estéticamente cercano a las producciones de Brian Wilson y muy puntualmente a las de Phil Spector. La promesa de romanticismo que anuncia la portada se cumple a cada instante, en todos los detalles: las orquestaciones tienen un lugar preponderante pero mantienen una discreción que las alejan de todo barroquismo, la melodiosa voz de White transmite una dulzura sorprendente en este tipo de crooners y el repertorio -que está compuesto por canciones de Barry Mann-Cynthia Weil ("She Is Today" y "Lisa Was"), Teddy Randazzo ("Hurt So Bad"), David Gates ("Gone Again" y "Look At Me"), Townes Van Zandt ("Second Lover's Song), junto a sus propias composiciones ("It's Over Now", "The Bird Song", "On And On")- es delicioso. Esta alquimia, muy difícil de traducir en palabras, alcanza un esplendor inusual, una frágil belleza que nos abruma con su distinción. Como se imaginaran "For Women Only" -que finalmente fue editado en 1970- no obtuvo ningún tipo de trascendencia, por lo menos hasta que fue reeditado en el año 2004. Eso no pareció afectar mucho a Bergen White quien continuó con una exitosa carrera como productor que solo interrumpió para editar algún simple perdido durante los setenta y un disco navideño ("Bergen White Christmas Singers") que publicó en 1999.

La existencia de "For Women Only" es una señal de que esa otra aventura –que quizás para nosotros sea la música- aún tiene milagros para ofrecernos. Habrá que estar atento a ellos, ya que, como el mismo Bioy dijo, los milagros no se recuperan.

Track List:
01. She Is Today
02. It's Your Time
03. Let Me Stay Awhile
04. Look At Me
05. Lisa Was
06. Hurt So Bad
07. On And On
08. Gone Again
09. Second Lover's Song
10. Bird Song
11. Now
12. It's Over Now
Bonus Track
13. If It's Not Asking Too Much
14. Don't Keep Me Waiting
15. What Would You Do In My Place
16. House On Bonnie Brae
17. Bird Song (mono)
18. It's All Over Now (mono)

lunes, 11 de octubre de 2010

Philamore Lincoln - North Wind Blew South (1970)

Recorrer el inagotable catálogo de discos olvidados es una tarea que requiere curiosidad, paciencia y una gran entereza. Un sentimiento de pesadumbre nos invade a medida que intuimos los sacrificios que demandaron esas obras, las ilusiones que generaron en sus autores y sobre todo, cuando comprendemos que no hubo ningún motivo puntual que justifique su relegamiento. En el caso de Philamore Lincoln la melancolía se incrementa aún más, ya que su álbum posee los meritos suficientes como para haber alcanzado otro destino.

Philamore Lincoln es otro exponente del pop de los sesenta, esa época fecunda en donde la calidad era un rasgo común, aún en los ámbitos amateurs. La biografía de este músico es sorprendente por su singularidad antes que por su fulgor: sabemos que nació un 20 de Octubre de 1940 en Inglaterra -en Sherwood, Nottingham para ser precisos- y que su verdadero nombre era Robert Cromwell Anson; también que su carrera como músico comenzó en 1960, y que durante cuatro años toco la batería en varias bandas de jazz. A partir de 1965 su carrera sufrió una transformación importante y pasó a ser el vocalista de Julien Covey And The Machine, una oscura banda de R&B con la que solo publicó el simple "A Little Bit Hurt". En 1968 editó "Running By The River"/"Rainy Day" su primer simple como solista. Para ese entonces se hacía llamar Philamore Lincoln y el pop-folk psicodélico -con Donovan como máximo referente- era su paradigma. Dos años más tarde vió la luz "North Wind Blew South", su único larga duración.

"North Wind Blew South" está impregnado de la magia que posee el arte más puro, y, extrañamente, aún mantiene su aroma intacto. Philimore, dueño de una voz pequeña, canta sobre los tópicos más frecuentes de finales de los sesenta -naturaleza, espiritualidad, viajes mentales- rodeado por un marco barroco y diáfano al mismo tiempo. Su repertorio sigue un itinerario incierto: desde la psicodelia orquestada ("The North Wind Blew South") y el rock ("Lazy Good For Nothin'"), hasta el pop ("You're The One") y la bossa ("Temma Harbour"). A pesar de esta diversidad, el conjunto resulta sumamente ameno y solo sobran la rockera "The Country Jail Band" y "Blew Through", un blues de lo más banal. Los pormenores de la grabación de "North Wind Blew South" son imprecisos. Cuarenta años más tarde, todavía quedan dudas si Jimmy Page y sus Yardbirds participaron en las sesiones, pero lo cierto es que la única participación de Page debidamente acreditada es la del solo de guitarra en "You're The One". Lo más probable es que la backing band haya estado conformada solo por Clem Cattini (batería) y Les Hurdle (bajo), mientras Philamore se encargó del resto de los instrumentos. El álbum, no hace falta aclararlo, pasó absolutamente inadvertido en Estados Unidos e insólitamente -y a pesar de haber sido publicado por CBS- jamás se editó en Inglaterra. En 1971 Philamore Lincoln produjo el álbum debut del ignoto grupo Paladin, en donde tocaban dos ex-compañeros de Julien Covey And The Machine. Desde entonces nada más se supo de él.

Después de conocer historias como estas, las dudas son inevitables: tal vez nosotros también estamos consumiéndonos, haciendo torres sobre tierna arena. Lo único que puede aliviarnos es la convicción de que, como escribió Jorge Luis Borges, sólo una cosa no hay, y es el olvido. Haber encontrado "North Wind Blew South" es, paradójicamente, reconfortante en ese sentido.

Track List:
01. The North Wind Blew South
02. You're The One
03. Lazy Good For Nothin'
04. Early Sherwood
05. Rainy Day
06. Temma Harbour
07. The Plains Of Delight
08. The Country Jail Band
09. When You Were Looking My Way
10. Blew Through

domingo, 26 de septiembre de 2010

Orpheus - Orpheus (1968)


IX

Tan sólo aquel que levantó la lira,
incluso entre las sombras,
puede expresar, entre presentimientos,
la alabanza infinita.

Tan sólo aquel que comió con los muertos
la adormidera, la de ellos,
no volverá a perder
el más leve sonido.

Aunque el reflejo del estanque
se desvanezca muchas veces
sabe la imagen.
Sólo en el reino doble
se volverán las voces
eternas y suaves.

Rainer Maria Rilke - Los Sonetos a Orfeo


Hay pocos personajes mitológicos tan atractivos como Orfeo, ese semidiós que bajó a los infiernos por amor, acción que ninguno de nosotros, simples mortales, está dispuesto a imitar. Hijo del dios Apolo y de la musa Calíope, recibió de sus padres los dones de la música y la poesía. Su talento era inconmensurable: al tocar la lira maravillaba a seres humanos y dioses, e inclusive conseguía que la mismísima Madre Naturaleza detuviera su constante discurrir para deleitarse; su voz, mientras tanto, era hermosa y según se cuenta, logró anular el embrujo que producían las sirenas. El mito de Orfeo fue revivido por infinidad de poetas y también por músicos populares: Tom Jobim y Vinicius de Moraes comenzaron a trabajar juntos en la composición del soundtrack de "Black Orpheus", la película de Marcel Camus (1957); "Orpheus" fue el título de una de las primeras composiciones de Scott Walker, incluida en el disco "Images " de Walker Brothers (1967); Nick Cave se burló de la historia de Orfeo y Eurídice en "The Lyre of Orpheus" (2004); Marc Almond cantó "Orpheus in Red Velvet" en "Enchanted" (1990), uno de sus mejores discos; mientras que David Sylvian le dedicó una de las canciones del maravilloso "Secrets of the Beehive" (1987). Orpheus representó al mito de manera implícita, pero antes de contar su historia debo referirme al sunshine pop, y al hacerlo, abriré ante ustedes las puertas de un mundo maravilloso.

Desde 1966 a 1969 se concibió una nueva forma de hacer pop. Millenium, The Ballroom, Sagittarius, The Yellow Ballon, The 5th Dimension, The Free Design, Spanky and Our Gang, The Association, The Arbors, The Sunshine Company, Harper's Bizarre, The Peppermint Rainbow, Eternity's Children, The Moon, Fun & Games, The Collage, Mark Eric, Peppermint Trolley Company, Chamaeleon Church, Orpheus por supuesto y, tangencialmente, The Beach Boys, The Left Banke, The Merry Go-Round (el primer grupo de Emmit Rhodes), The Zombies y Honeybus fueron los protagonistas de este movimiento. Ellos, junto a los productores Gary Usher, Van Dyke Parks, Bones Howe, Curt Boettcher y Alan Lorber -deudores del Brill Building Sound, de Burt Bacharach, de Phil Spector- concibieron un sonido barroco, colmado de arreglos sofisticados y melodías luminosas. Estos nombres fueron rápidamente olvidados, tal vez por el triunfo de la psicodelia más rockera (Grateful Dead, Jefferson Airplane) o por el surgimiento del soft-rock (Bread) Lo cierto es que los encantos del sunshine pop eran demasiado refinados como para interesar a la audiencia.

I

Dicen que tanto pesa el oro del reino subterráneo
que no pueden erguirse las cabezas abrumadas por sus coronas,
las excesivas joyas no permiten levantar las manos,
los brazos sonoros de pulseras, desfallecen.

¿Como puede atravesarlo una muchacha con una herida en el pie?

Dicen que el polvo de rubíes sofoca la atmósfera de aquel reino:
antiguo, denso polvo que proviene del lento, interminable
roce de la joya y el metal,
pero que nunca habrá de aligerarse...

¿Como podrá el sonido de una lira atravesarlo?

Dicen que la luz no existe allí,
pero de vez en cuando una oscuridad más leve se insinúa
en la angustiada, legendaria y convulsa oscuridad,
descubriendo por un instante, turbiamente,
la eterna, casi inmóvil sesión de la Corte,
los cortesanos aplastados por el peso dorado de sus mantos,
las damas sin aliento bajo el peso de sus oscuras guirnaldas
de rocas sangrientas,
los párpados vencidos, apenas entreabiertos.

Orfeo, ¿como puede ella atravesarlo con una herida en el pie?

Tennessee Williams - Orfeo desciende


Luego de vivir numerosas aventuras, Orfeo se radicó en Tracia. Allí conoció a Eurídice, ninfa del bosque, e inmediatamente se enamoró de ella. Se casaron, y vivieron felices hasta que su esposa tuvo un incidente con Aristeo, hijo del dios Apolo, quien trató de abusar de ella. Al tratar de escapar de su acosador, la ninfa fue mordida por una serpiente, y a partir de ese instante el averno fue su morada. Desolado por la pérdida, Orfeo decidió ir a rescatarla. Deslumbró a cada uno de los guardianes que encontró a su paso con la belleza de su canto, hasta que finalmente llegó ante la presencia de Hades y Perséfone, los dioses del infierno. Hades, tal vez influido por su esposa, tuvo un inédito gesto de misericordia y accedió a que Eurídice retorne a nuestro mundo, pero antes puso como condición que Orfeo no voltee a mirarla durante su viaje de regreso: "Debes confiar en que te estará siguiendo. Hasta que ambos no se encuentren de nuevo en la Tierra, no debes mirar hacia atrás, o tu viaje habrá sido en vano", dijo Hades. Nuestro héroe aceptó la cláusula y comenzó su retorno hacia el hogar a través del sendero tenebroso, mientras Eurídice lo seguía, guiada por el sonido de su lira. Esta vez el itinerario por el infierno fue mucho más arduo, ya que Orfeo se debatía entre la alegría del reencuentro y el terror por los horrores que sufría su esposa. Cuando, por fin, divisó un hilo de luz que penetraba las sombras corrió hasta encontrarse fuera de la oscura caverna, y emocionado, se dio vuelta para encontrar la mirada de su mujer. Nunca sabremos si lo hizo por impaciencia o porque desconfió de los dioses infernales, lo concreto es que Eurídice, que todavía no había alcanzado a traspasar el umbral del averno, comenzó a desvanecerse. Al darse cuenta del error, Orfeo intentó estrecharla entre sus brazos, pero fue en vano: la musa había desaparecido para siempre. Todo intento posterior de rescate fue estéril, y no volvió a recibir respuestas a sus súplicas, tampoco a su canto... A partir de ese momento, se dedicó a vagar por Tracia, acompañado sólo por su lira.

II

Bien está recordar tus prodigios en el reino de la luz,
las voces del abismo y la floresta creadas por tu canto,
el alterado curso del río como un brazo que se dobla
bruscamente,
los momentos que hiciste perdurar con la dulce vibración
de una cuerda que pulsaste...

Pero aquellos prodigios eran naturales junto a los que
intentas
en el reino subterráneo
y éstos no podrás lograrlos.
No, no podrás lograrlos.

Pero tú, tú mismo, debes aprender lo que nosotros por
fuerza sabemos:
que algunas cosas, por naturaleza, no pueden realizarse;
solo cabe anhelarlas, tratar de hacerlas y luego darse por
vencido.

Y tú, tú mismo, debes aprender lo que nosotros por
fuerza sabemos:
la fatal atracción por la caída que a nuestro mundo
gobierna,
el descenso inmediato del manantial que brota.

Ahora, Orfeo, arrástrate, arrástrate, avergonzado fugitivo,
vuelve la espalda al agrietado muro de ti mismo, a ese
muro que se desploma.
Pues no eres tú las estrellas que en el cielo dibujan la
forma de una lira,
sino el polvo de que han sido desgarrados por
las Furias.

Tennessee Williams - Orfeo desciende


Orpheus es uno de los grupos menos conocidos del sunshine pop; inclusive, su nombre suele ser omitido en las antologías del género. Para conocer el génesis de esta banda, deberemos remontarnos al año 1964 cuando Bruce Arnold y Jack McKennes -ambos guitarristas y vocalistas- formaron el dúo de folk The Villagers en su Boston natal. Luego de años de actividad, durante el verano del amor conocieron al productor Alan Lorber, cambiaron su nombre por el del protagonista de este post y consolidaron su sonido con la incorporación de Eric "The Snake" Gulliksen (bajo) y Harry Sandler (batería). A finales de 1967 completaron la grabación de un disco debut que publicaron al año siguiente. MGM, el sello editor, aprovechó los lanzamientos de Beacon Street Union y Ultimate Spinach para promocionar a los tres grupos como parte de un hipotético "Boston Sound", algo que no fue particularmente efectivo –ni cierto- ya que las coincidencias entre estos grupos eran mínimas. "Orpheus" es una travesía cuyo único fin es la belleza; una obra de arte que nos ofrece veintiseis minutos de ensueño, conjugando hits categóricos (“I've Never Seen Love Like This”, “I'll Stay With You”, “I Can't Find The Time To Tell You”) sunshine (“Lesley's World”, “Congress Alley”, “Music Machine”) psicodelia (“Never In My Life”) y baladas atemporales (“Door Knob Song”, “The Dream”). Las diáfanas voces de Arnold y McKennes se conjugan con los exuberantes arreglos de cuerda -gentileza de The New York Philharmonic- con una naturalidad extraordinaria.
Ese delicado equilibrio entre sencillez y elaboración, entre levedad y profundidad, está tan logrado que aún hoy resulta excepcional.

XXII

Somos los errantes.
Pero el andar del tiempo
tomadlo como nimiedad
en lo que siempre permanece.

Todo aquello que corre
habrá pasado ya;
pues sólo lo que queda
nos inicia.

No echéis, muchachos, el valor
a la velocidad
ni al intento de vuelo.

Todo ha descansado:
tiniebla y claridad,
flor y libro.

Rainer Maria Rilke - Los Sonetos a Orfeo


A “Orpheus” (1968) le siguieron “Ascending” (1968) –que incluía covers de The Zombies ("She's Not There") y The Left Banke ("Walk Away Renee")- y “Joyful” (1969), dos bonitos discos de sunshine pop, aunque mucho más convencionales que su estupendo debut. En 1970 la banda se separó y Bruce Arnold formó Two Foot Lamb Door junto a Steve Martin y Elliot Sherman. “Orpheus 4” (1971) registra el material de este nuevo grupo, hacedor de un soft-pop convencional aunque muy agradable. A principios de este año Bruce Arnold publicó un nuevo disco llamado “Orpheus Again” que aún no he podido localizar.

Track List:
01. I've Never Seen Love Like This
02. Lesley's World
03. Congress Alley
04. Music Machine
05. Door Knob Song
06. I'll Stay With You
07. I Can't Find The Time To Tell You
08. Never In My Life
09. The Dream

domingo, 12 de septiembre de 2010

The Zombies - Into The Afterlife (2007)

He leído en muchos sitios que The Zombies habían decidido su separación antes de grabar "Odessey and Oracle" y que registraron ese disco solo porque querían dejar un testimonio de su evolución. Sin embargo, creo que lo que realmente sucedió no fue tan romántico. Mi teoría es que ellos quisieron seguir adelante, a pesar de la indiferencia del público inglés, de sus dificultades financieras y de algunas peleas internas. Si se disolvieron fue porque CBS los obligó a poner de su bolsillo el dinero necesario para completar la mezcla en stereo del álbum -la mezcla original había sido hecha en mono y el sello se negó a editarlo de esa manera- y porque los simples que habían publicado a modo de adelanto fueron ignorados completamente. Esa situación terminó de minar sus estados de ánimo -el de Colin Blunstone en particular- y selló el final del grupo. Como les conté en el post anterior, cuando "Odessey and Oracle" se editó en Abril de 1968, la banda ya no existía.

Haciendo gala de su habitual coherencia, los directivos de CBS pensaron que luego de su fracaso en Inglaterra, no valía la pena editar el disco en Estados Unidos y solo la insistencia de Al Kooper -líder de Blood, Sweat & Tears y por ese entonces staff producer del sello- consiguió hacerlos cambiar de opinión. Finalmente "Odessey and Oracle" se publicó en Estados Unidos en Junio de 1968 y su primer simple fue la antibélica "Butcher's Tale". A pesar de ser la canción menos radiable del disco obtuvo una pequeña repercusión, la suficiente como para que a principios de 1969 se editara "Care of Cell 44" como nuevo simple. Esta vez, como ya era una costumbre, no tuvo ningún tipo de difusión. CBS pensó que podían intentarlo con "Time of the Season" y entonces el milagro sucedió. La anécdota que Chris White cuenta al respecto es increíble: "Un día Time of the Season vendió seis copias en Boise, Idaho y por esa sola razón, ellos pensaron que debían enviarle el simple a todos sus distribuidores". Contra todos los pronósticos, la canción se convirtió en un hit que llegó al tercer puesto de los charts estadounidenses. Fue en ese momento que The Zombies pensaron en reunirse, volvieron a grabar juntos -sin la presencia de Colin- e inclusive reunieron material -incluyendo algunos viejos outtakes- para completar un tercer disco que nunca se editó. Ese proyecto fue denominado "RIP" y está incluido en el volumen 2 de "Zombie Heaven". El tema es que había más canciones dando vueltas...

El carácter abusivo de la industria discográfica se mantuvo oculto durante décadas tras su tentadora promesa de glamour, pero con el paso del tiempo fue tornándose insoportable para propios y extraños. Que una banda llamada The Zombies haya publicado solo dos discos oficiales, y que su discografía "post mortem" se haya multiplicado hasta el infinito es algo más que el fruto de una amarga premonición; es una parte de las perversiones que nos describió Morrissey -y de las que, paradójicamente, terminó siendo cómplice- en "Paint a Vulgar Picture":
"Re-issue! Re-package! Re-package!
Re-evaluate the songs
Double-pack with a photograph
Extra Track (and a tacky badge)"

Esa serie interminable de reediciones descuidadas, arbitrarias y llenas de tracks extras que sufrieron The Zombies concluyeron con el box set "Zombie Heaven" (1997). En contraposición de los atropellos señalados, debemos destacar el estupendo trabajo realizado por Big Beat, subsidiaria de Ace Records: "Zombie Heaven" incluye todo el material que el grupo editó oficialmente, también sus demos y actuaciones en vivo, completando una obra espectacular. Pero eso no fue todo, ya que la gente de Big Beat tuvo la intención de publicar al año siguiente, a modo de bonus, un quinto álbum. Esa tarea fue tan ardua que recién pudo concretarse diez años después. El disco que demandó tanto tiempo es "Into the Afterlife" (2007), una recopilación de las canciones de The Zombies cuando ya no eran The Zombies, pero todavía no habían dejado de serlo del todo. Hablamos de tomas alternativas de lo que pudo ser "RIP", de demos esbozados por Rod Argent & Chris White antes de convertirse en Argent -su nueva banda, que debutaría en 1969 con un recomendable disco homónimo- y de un tal Neil MacArthur, que no es otro que Colin Blunstone. Colin, quien estaba desencantado con las experiencias vividas, comenzó a trabajar en 1968 como vendedor de seguros, actividad que desempeño durante un año. En 1969 el productor Mike Hurst lo convenció de volver a grabar, y con su ayuda, Blunstone/MacArthur publicó tres simples.

"Into the Afterlife" tiene un valor inmenso: no solo es un documento histórico, también es una obra disfrutable de principio a fin. De hecho es mucho más recomendable que "RIP", sobretodo por el nivel exquisito de las canciones de Blunstone. La remozada versión de "She's Not There", "Without Her", "Twelve Twenty Nine" y "Don't Try To Explain" (Colin Blunstone) y las inéditas "Unhappy Girl" y "To Julia" (Rod Argent & Chris White) son bellezas que no deben dejar de escuchar. Más adelante habrá tiempo para repasar las carreras de Blunstone, Argent y el retorno de The Zombies durante los noventa.

Track List:
01. She's Not There - Neil MacArthur
02. Hung Upside Down - Neil MacArthur
03. Unhappy Girl - Rod Argent & Chris White
04. She Loves The Way They Love Her - Rod Argent & Chris White
05. Mr. Galileo - Rod Argent & Chris White
06. Walking In The Sun - The Zombies
07. Without Her - Neil MacArthur
08. Twelve Twenty Nine - Neil MacArthur
09. It Never Fails To Please Me - Rod Argent & Chris White
10. I Could Spend The Day - Rod Argent & Chris White
11. I Know She Will - The Zombies
12. Don't Try To Explain - Neil MacArthur
13. World Of Glass - Neil MacArthur
14. To Julia (For When She Smiles) - Rod Argent & Chris White
15. If It Don't Work Out - The Zombies
16. Never My Love - Neil MacArthur
17. It's Not Easy - Neil MacArthur
18. Mr Galileo - Rod Argent & Chris White
19. Ma Non E'Giusto - Neil MacArthur
20. Going To A Go Go (Live) - The Zombies

domingo, 5 de septiembre de 2010

The Zombies - Zombie Heaven (1997)

I

Las revistas especializadas fueron muy importantes en mi formación como oyente de música pop. A mediados de los ochenta, cuando todo era nuevo, se convirtieron en una fuente de consulta ineludible, menos por su calidad formal que por la información que ofrecían. Aparte de los nombres, datos y fotos, recuerdo frases puntuales que, por un motivo u otro, me marcaron. Una de ellas es de Daniel Melero, quien con su lucidez habitual sintetizó el valor de las novedades en un reportaje que publicó una Pelo, tal vez una Cantarock. Decía más o menos así: "Lo nuevo envejece rápidamente sino es bueno; en cambio lo bueno siempre es nuevo, aunque tenga muchos años". Para certificar su teoría ofreció un ejemplo irreprochable: la belleza imperecedera de "Strawberry Fields Forever" de The Beatles.

II

Todavía sigo coleccionando revistas de música, casi por inercia. A principios del mes pasado compré dos –aparte de la habitual Inrockuptibles- que, si bien son totalmente distintas, tienen un punto en común. Siete meses después de su edición llegó a Mendoza el nº 28o de la Rock de Lux, que contiene un dossier con "lo mejor del 2009", un tópico que no me interesa particularmente. ¿A quien puede importarle, salvo a los protagonistas, si un grupo está o no incluido en una lista? En cambio, me llamó mucho la atención un artículo escrito por Juan Vitoria, un conocido disquero valenciano que, además, es el autor de dos libros de culto: "Los 100 Mejores Discos Del Rock" y "Discos Ocultos: 350 obras maestras de la música contemporánea por descubrir". El título del artículo de referencia es "Mp3 Is Not The End" y trata sobre los formatos que utilizamos para escuchar música. Vitoria aprovecha la ocasión para descalificar al mp3 utilizando argumentos insólitos –los compara con la comida en comprimidos que consumen los astronautas y llega a decir que "(Al descargar música de un ordenador) las pantallas emiten ondas nada beneficiosas para el ojo humano"-; y también lo hace con sus consumidores, a quienes califica como "amantes de lo barato". A cambio ofrece una enfervorizada defensa del vinilo en la que omite preguntas elementales: ¿Cuantos discos se editan en ese formato hoy día? ¿Dónde se consiguen? ¿Cuanto cuestan?

La otra revista de referencia es
Alta Fidelidad. A pesar de que su primer número se publicó en diciembre del 2009, recién llegó a mi provincia en Agosto. La compré sin saber bien de que se trataba, atraído por su formato -un digipack más grande aunque con menos páginas que la recordada "Volume"- y por la foto de The Beatles que ilustra su portada. Las monografías dedicadas a discos clásicos se intercalan con artículos sobre coleccionismo de vinilos y anécdotas de disquerías. La pregunta es ¿se justifica leer por enésima vez como fueron gestados "Abbey Road" y "Exile On Main Street"? El coleccionismo en esos términos -publicar el mismo contenido de siempre solo variando el envoltorio- es tan insustancial que ya no tiene gracia.


III

Sabía que The Zombies habían sido integrantes de la "British Invasion" pero no tenía ningún otro dato sobre ellos. Hace seis o siete años conseguí "Odessey and Oracle" -por supuesto, gracias a un programa de intercambio de archivos- e inmediatamente recordé la frase de Daniel Melero: a pesar de haber sido concebido cuatro décadas atrás, el álbum tiene una vigencia extraordinaria. No tengo el dato exacto, pero dudo que "Odessey and Oracle" haya sido editado en Argentina. Tampoco me consta que alguna revista le haya dedicado una nota. Gran parte de la gente que está relacionada a la industria discográfica vive aferrada a la nostalgia por los buenos tiempos en los que podían lucrar exageradamente sin hacer mayores esfuerzos. Mientras tanto, los oyentes más inquietos podemos disfrutar de los discos que ellos condenaron al olvido. El standard de calidad conque los escuchamos, como siempre, tiene que ver con nuestras posibilidades económicas y/o con nuestro ingenio.

IIII

La historia de The Zombies no ofrece datos excepcionales, más bien todo lo contrario: Tres compañeros del colegio St. Albans, Rod Argent (teclados), Paul Atkinson (guitarra) y Hugh Grundy (bateria) crearon la banda en 1961. Su formación se completó con Paul Arnold (bajo) quien trajo consigo a Colin Blunstone (voces). Al poco tiempo Arnold fue reemplazado por Chris White y así quedo confirmada la alineación definitiva. Luego de dos años de actuaciones en pequeñas salas, se presentaron en un concurso cuyo primer premio era un contrato con Decca. Lo ganaron, y en 1964 comenzaron a grabar junto al productor Ken Jones. "She's Not There", una canción hermosa, fue la protagonista de su primer simple y les abrió las puertas para actuar en Estados Unidos como parte de las invasiones inglesas que comandaban The Beatles e incluían a grupos como Rolling Stones, The Animals y The Troggs. "Tell Her No" su tercer simple, no alcanzó un puesto destacado en los charts ingleses pero si en los estadounidenses en donde se convirtió en un nuevo éxito. En 1965 publicaron "Begin Here" su primer LP. Para ese entonces The Zombies habían desarrollado un sonido refinado que lucía en las composiciones propias ("She's Not There", "I Remember When I Loved Her", "I Can't Make Up My Mind") y arropaba con su impronta a los covers ("Roadrunner", "Summertime", "You've Really Got A Hold On Me", "Bring It On Home to Me"). Inexplicablemente, "Begin Here" pasó desapercibido. Luego de ese traspié inesperado editaron nuevos simples ("She's Coming Home", "Whenever You're Ready", "Is This The Dream", "Remember You" entre otros) que tuvieron una suerte similar a la del álbum debut, lo que motivó la rescisión de su contrato. En 1967 The Zombies entraron nuevamente a un estudio de grabación, pero antes prescindieron de los servicios del productor Ken Jones, quien insistía con mantener la pulcritud que los distinguía. Al mismo tiempo firmaron un nuevo contrato, esta vez con el sello CBS. Una vez que The Beatles completaron las sesiones de “Sgt.Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, The Zombies ingresaron a Abbey Road. En ese mítico lugar grabaron "Odessey and Oracle", uno de los discos más hermosos de todos los tiempos.

"Odessey and Oracle" comienza con "Care Of Cell 44", una canción que marca las pautas de lo que encontraremos en el resto del disco: un sonido otoñal que parece transmutar la música en colores, deslumbrantes armonías vocales a lo Beach Boys lideradas por Colin Blunstone; la soltura del bajista Chris White quien sorprende como compositor de siete canciones, y la inventiva de Rod Argent quien lleva adelante el repertorio con sus teclados (mellotron, órgano, piano). "Care Of Cell 44" cuenta la historia de un chico que le escribe una carta a su novia: "Good morning to you, I hope you're feeling better, baby. Thinking of me while you are far away. Counting the days until they set you free again". Ella se encuentra en prisión, quizás en un instituto psiquiátrico; sin embargo la letra hace hincapié en lo felíz que va a ser el reencuentro. La bellísima "A Rose For Emily", basada en un cuento corto de William Faulkner es una de las mejores muestras del talento melódico de Argent y su estribillo ("Emily, Emily can' you see?) es inolvidable. "Maybe After He's Gone" comienza con una intro de guitarra acústica que le da un toque inesperadamente convencional. Sin embargo, es una canción 100% psicodélica en su desarrollo. Su letra habla de la perdida y la añoranza. "Beechwood Park" ahonda en la melancolía propuesta por las dos canciones anteriores. Una guitarra dobro y el omnipresente órgano son los encargados de desarrollar su clima onírico. "Brief Candles" es el relato de una separación y su título remite a Aldous Huxley. La dinámica entre los versos cantados por Argent y los estribillos cantados por Colin es emocionante. Es en "Hung Up On A Dream" en donde las alusiones psicodélicas ("A sweet confusion filled my mind, Until I woke up only finding everything was just a dream, A dream unusual of its kind, That gave me peace and blew my mind, And now I'm hung up on a dream") se hacen más palpables. Después de todo, estamos en 1967. "Changes" nuevamente nos remite al "Pet Sounds". Los cambios de estación de los que habla acaso sean lo de un eterno retorno al que estemos condenados. "I Want Her She Wants Me" ofrece referencias a The Beatles de "Revolver", mientras que el optimismo y la melodía de "This Will Be Our Year" también nos recuerdan a Paul McCartney. La altura con la que se acercan a su arquetipo merece el mejor de los elogios. La oscura "Butcher's Tale" está inspirada en "Im Westen Nichts Neues" ("Sin novedad en el frente") de Erich Maria Remarque. Su letra anti-bélica se acentúa por una instrumentación escueta -mellotrones y acordeones- y desentona con el clima del álbum. Con "Friends Of Mine" vuelve el pop luminoso. Es el tipo de canción por la que muchos grupos suecos actuales venderían su alma. Un groove de bajo y las exhalaciones de Rod Argent nos introducen a "Time Of The Season". A diferencia del resto del disco, esta canción exhibe una instrumentación austera que solo se ve alterada por los solos de órgano. Colin Blunstone quien sobresale como siempre, como nunca antes, nos dice en su estribillo que es tiempo de amar y esas palabras sintetizan el espíritu de su época. "Time Of The Season" es el cierre perfecto para un álbum excepcional. Las ediciones de "Friends of Mine" y "Care of Cell 44", los simples que CBS lanzó a modo de anticipo, pasaron completamente desapercibidas. Por ese motivo el sello postergó la publicación de un disco que, supuestamente, estaba destinado a fracasar. Cuando finalmente editaron "Odessey and Oracle" en abril de 1968, The Zombies ya se habían separado.

"Zombie Heaven", la caja editada por el sello Big Beat, recopila todo el material editado por The Zombies. Incluye sus dos álbumes, todos sus simples, demos, sesiones de grabación de un tercer disco que nunca fue publicado -esa es otra historía- y actuaciones en la BBC. Cuando parecía que no quedaba más nada para decir, en el año 2007 Big Beat sorprendió a todos con otra edición maravillosa. Para conocerla tendrán que esperar hasta la semana próxima.

Track List:
Disc 1
"Begin Here & Singles"
01 She's Not There
02 You Make Me Feel Good
03 Leave Me Be
04 Woman
05 Tell Her No
06 What More Can I Do
07 Road Runner
08 Summertime
09 I Can't Make Up My Mind
10 The Way I Feel Inside
11 Work 'N' Play
12 You've Really Got A Hold On Me-Bring It On Home
13 Sticks And Stones
14 Can't Nobody Love You
15 I Don't Want To Know
16 I Remember When I Loved Her
17 I Got My Mojo Working
18 She's Coming Home
19 I Must Move
20 I Want You Back Again
21 Whenever You're Ready
22 I Love You
23 Is This The Dream
24 Don't Go Away
25 Remember You
26 Just Out Of Reach
27 Indication
28 How We Were Before
29 Gotta Get A Hold Of Myself
30 Goin' Out Of My Head
31 She Does Everything For Me

Disc 2
"Odessey and Oracle & The Lost Album"
01. Care Of Cell 44
02. A Rose For Emily
03. Maybe After He's Gone
04. Beechwood Park
05. Brief Candles
06. Hung Up On A Dream
07. Changes
08. I Want Her She Wants Me
09. This Will Be Our Year (Mono Mix)
10. Butcher's Tale - Western Front 1914
11. Friends Of Mine
12. Time Of The Season
13. I'll Call You Mine (Single Version)
14. Imagine The Swan
15. Conversation Off Floral Street
16. If It Don't Work Out (Overdubbed)
17. Don't Cry For Me (Overdubbed)
18. I Know She Will
19. Walking In The Sun (Overdubbed)
20. I'll Keep Trying (Overdubbed)
21. I'll Call You Mine (Overdubbed)
22. Smokey Day
23. She Loves They Way They Love Her
24. Girl Help Me
25. I Could Spend The Day
26. A Rose For Emily (Alternative Version)
27. This Will Be Our Year (Stereo Version)
28. Time Of The Season (US Radio Spot)

Disc 3
"In The Studio"
01. Summertime (Demo)
02. Woman (Demo)
03. Kind of Girl (Demo)
04. Leave Me Be (Demo)
05. I'm Going Home (Takes 1 & 2)
06. I'm Going Home
07. Sometimes (Intro Takes 1, 2, 4, 5, 6)
08. Sometimes
09. It's Alright with Me
10. Kind of Girl
11. Walking in the Sun (Undubbed)
12. Studio Chat - The Way I Feel Inside (False Start)
13. The Way I Feel Inside (Rehearsal)
14. I Want You Back Again (Alternative Version)
15. Nothing's Changed (Backing Track)
16. Nothing's Changed
17. Remember You (Soundtrack Version)
18. Come On Time
19. I'll Keep Trying
20. Whenever You're Ready (Demo)
21. You'll Go From Me (Undubbed)
22. I Know She Will (Undubbed)
23. Don't Cry For Me (Undubbed)
24. If It Don't Work Out (Undubbed)
25. One Day I'll Say Goodbye (Demo)
26. I Don't Want to Worry (Demo)
27. A Love that Never Was (Demo)
28. Call of the Night (Demo)
29. Out of the Day (Demo)
30. This Will Be Our Year (Demo)
31. Bunny Lake Promo Spot (To Music Of Come On Time)

Disc 4
"Live on the BBC"
01. Road Runner
02. You Make Me Feel
03. Early One Morning
04. She's Not There
05. Tell Her No
06. What More Can I Do
07. I'm Going Home
08. For You My Love
09. Tell Her No (Acoustic Piano Version)
10. Soulville
11. Rip It Up
12. Can't Nobody Love You
13. You Must Believe Me
14. She's Coming Home
15. I Must Move
16. Just Out Of Reach
17. If It Don't Work Out
18. Whenever You're Ready
19. It's All Right
20. Will You Love Me Tomorrow
21. When The Lovelight Starts Shining Through Her Eyes
22. Just A Little Bit
23. Sitting In The Park
24. Gotta Get A Hold Of Myself
25. Goin' Out Of My Head
26. This Old Heart Of Mine
27. Friends Of Mine
28. The Look Of Love
29. Kenny Everett Show Jingle

lunes, 30 de agosto de 2010

Emitt Rhodes - Emitt Rhodes (1970)

Me reconforta pensar que la distinción entre pasado, presente y futuro es, como pensaba Albert Einstein, sólo una persistente ilusión. De esa manera es sencillo imaginar que este disco -editado hace cuarenta años, aunque muchos escucharan hoy por primera vez- puede sortear el olvido y su autor finalmente encuentra el sosiego anhelado. Perrata 2000 del blog La Colmena de Humo es un especialista en rescatar joyas olvidadas. Probablemente, no hay nadie más indicado que él para repasar la historia de Emitt Rhodes.

“I believe in life being the most important thing there is. Life is it. I’ve been dead so I know what death is.”
Emitt Rhodes (en entrevista con la revista Scram, 2006)

Lo primero que pensé cuando Spellbound me invitó a que escriba algo sobre Emitt Rhodes era que iba a tratar de no mencionar el nombre de Paul McCartney en la reseña; y aquí estoy en la primera frase del primer párrafo y ya hizo Sir Paul su primera aparición. No se trata de evitarlo porque sí. Es más bien un intento por hacerle justicia a un disco excelente que siempre ha sido etiquetado con la incómoda comparación. Y aquí es cuando me doy cuenta de que escribir esto es como ver a un perro mordiéndose la cola pues los paralelos son ineludibles. Mas que un estilo lo que los dos músicos comparten es un optimismo inquebrantable, una capacidad de asombro de niño y por supuesto un instinto melódico animal. Imagínense un disco de los Beatles sin los otros 3 Beatles… Y fíjense que no digo un disco solo de McCartney porque no hay ninguno de sus álbumes en solitario que tenga la consistencia, unidad de sonido y terquedad que tiene este LP de Rhodes. Pop puro, trabajado hasta la obsesión, cocinado en una caseta en el jardín de su familia por meses.

Cada canción es como una de esas piedras de río, pulidas por el agua hasta que no queda un solo borde. La atención al detalle en este disco es impresionante, con cada arreglo compuesto hasta la histeria, pero logrando mantener un aire de total espontaneidad. Ahí esta el éxito de Rhodes, la clave de que estas pequeñas viñetas aguanten el paso del tiempo. Nos confunden en su aparente simplicidad (como diría Daniel Silverman “simple sin ser simplista”) pero están cargadas de detalles y matices. Canciones como “Fresh As A Daisy” o “Somebody Made For Me” son ejemplos perfectos del pop más refinado, con un énfasis definitivo en lo melódico por una época en que se empezaban a valorar el virtuosismo y la experimentación (por no hablar de los solos de batería de nueve minutos…). Esta es música alegre y melancólica al mismo tiempo, llena de brillo. Las referencias van mas allá de los Beatles y su cercanía con ellos tiene más que ver con una actitud vital. La música de Emitt Rhodes tiene la ternura de la infancia y la intensidad de la adolescencia. ¿Como es que este disco no es más conocido?


Aquí es que empieza la triste historia de un talento traicionado. Cuando su primera banda The Merry Go Round se terminó, Emitt se fue a su garage y allí grabó estas canciones de las que no solo es autor y arreglista sino en las que también toca todos los instrumentos (en otro paralelo con lo que hacia Macca en esa época). Ese arranque le garantizo un contrato con ABC/Dunhill que seria un terrible error ya que en el le exigían entregar un disco cada seis meses (¿y que mas barato que un artista que toca, compone, arregla y produce?). Al demorarse un poquito con su segundo disco la compañía le impondría una demanda, matando su carrera apenas cuando apenas tenía un poco más de 20 años. Antes de este infortunio este álbum empezó a tener algo de éxito nacionalmente y las ventas iban moderadamente bien, lo cual suscitó que el sello que publicaba su música con los Merry Go Rounds se apresurara a sacar un LP con material inacabado bajo el irónico nombre de Emitt Rhodes “The American Dream”. Esto hizo que el público se confundiera, comprara el disco equivocado y se fueran los dos a pique. Para sumar a la desgracia, alguna jugada en el contrato le impidió recibir (y aun le impide) recibir regalía alguna por sus canciones. No hay historia más triste. Rompe el corazón escuchar esta increíble música sabiendo que quien la hizo fue tratado como un perro…

Bueno, tal vez esas duras circunstancias hagan que valga la pena aun más la difusión de este álbum; esperando que las montañas de cintas que Rhodes guarda en su garage tras años de seguir grabando en silencio encuentren eventualmente una audiencia cuando logre hacerlas disponibles.

Perrata 2000

Track List:
01. With My Face on the Floor
02. Somebody Made for Me
03. She's Such a Beauty
04. Long Time No See
05. Lullabye
06. Fresh as a Daisy
07. Live Till You Die
08. Promises I've Made
09. You Take the Dark Out of the Night
10. You Should Be Ashamed
11. Ever Find Yourself Running
12. You Must Have

sábado, 7 de agosto de 2010

Paul McCartney - Sold On Songs Radio (2005)


Introducción

Linda Eastman falleció el 17 de abril de 1998, luego de luchar durante dos años contra un cáncer de mamas. George Harrison murió el 29 de noviembre de 2001, también víctima del cáncer. El 11 de junio de 2002 Paul McCartney se casó con Heather Mills con quien mantuvo una relación compleja, que finalizó de la peor manera en el 2006.
En "Flaming Pie" (1997), "Driving Rain" (2001) y "Chaos and Creation in the Backyard" (2005), los discos que Paul publicó durante esos años -"Rushes" (1998) de su proyecto The Fireman es un álbum experimental, mientras que "Run Devil Run" (1999) es una revisión de los clásicos del primer rock'n'roll- podemos vislumbrar secuelas de los sinsabores vividos.


Primera parte: Caos

"La probabilidad de que el orden surja del desorden es infinitesimal de acuerdo con las leyes del azar. Sin embargo, la formación de sistemas disipativos ordenados demuestra que es posible crear orden a partir del desorden. La descripción de estas estructuras ha permitido descubrimientos fundamentales que se aplican en distintos campos como la biología, la ecología o la sociología."(1) Desconozco si Nigel Godrich -el productor de "Chaos and Creation in the Backyard"- conoce la obra de Ilya Prigogine, pero estoy seguro que una de sus premisas a la hora de trabajar con Paul McCartney fue la de crear belleza a partir del caos. Godrich es dueño de un extenso curriculum que incluye gran parte de la discografía de Radiohead, trabajos junto a Beck, Pavement, Travis y el fallido "Regeneration" (2001) de Divine Comedy. Fue propuesto como productor artístico por George Martin, quien declinó el ofrecimiento que McCartney le había hecho en primera instancia. Las sesiones de "Chaos and Creation" fueron estresantes. Godrich determinó que Paul debía abandonar su modus operandi habitual y, entre otras cosas, le pidió que se olvidara de su banda de apoyo y se hiciera cargo de todos los instrumentos. McCartney lo vivió así: "Me obligó a arriesgar. Cuando lo contacté, lo primero que me dijo fue "Ok, acepto. Pero mirá que voy a hacerte salir de tus zonas cómodas...". Y cumplió. Hubo momentos de tensión porque me hizo ir hasta más allá de mis propios límites, pero aprendí mucho trabajando con él."

Segunda parte: Creación


Un productor artístico con ideas innovadoras no alcanza para lograr un gran disco y "Chaos and Creation at the Backyard" lo es. Si el álbum se distingue, es por la excelencia compositiva de Paul, uno de los mejores songwriters de nuestro tiempo. McCartney, es sabido, tuvo una carrera solista con desniveles notorios, sobretodo en el tramo que va desde "London Town" (1978) hasta "Press to Play" (1986). Esto tiene que ver con cierta obligación de mantenerse dentro de los cánones del AOR, y con una autoindulgencia que lo llevó a completar discos interesantes con material de relleno, vicios que Paul ha ido corrigiendo con el paso del tiempo. "Chaos and Creation" está conformado por un repertorio de nivel superlativo y esa es su principal virtud. Desde la vitalidad de "Fine Line" a la triste ironía de “How Kind of You”, continuando con la delicada "Jenny Wren" -una preciosura en la que se destaca el solo de duduk a cargo de Pedro Eustache-, el clasicismo de "English Tea", "Too Much Rain" y su llamado a ser feliz a pesar del desasosiego; el bolero "A Certain Softness" o como cantar "And I Love Her" cuarenta años más tarde; "Riding to Vanity Fair" con su clima intrigante, forman parte de una colección a la altura de sus clásicos.

Epílogo: En el patio de casa

En Julio del 2005 Paul McCartney grabó un especial para presentar "Chaos and Creation at the Backyard" -probablemente su mejor álbum solista- en el Studio 2 de Abbey Road, el mismo sitio en donde The Beatles grabaron todos sus discos. Paul protagonizó un show hermoso, en donde presentó nuevas canciones al tiempo que recordó anécdotas sobre sus inicios, exhibiendo una voz intacta, y, lo más importante, una humildad inconmesurable. Esta actuación fue transmitida originalmente por la BBC Radio 2 el 17 de Septiembre de ese año, y, aunque nunca fue editada oficialmente, la podemos disfrutar gracias a bootlegs como este.

 (1) Fragmento del comunicado que la academia Nóbel emitió para anunciar su premio de Química del año 1977, concedido al científico belga de origen ruso Ilya Prigogine.

Track List:
Disc 1
01. Mark Radcliffe Intro
02. Interview
03. Intro
04. Friends To Go
05. In Spite Of All The Danger
06. Twenty Flight Rock
07. Things We Said Today
08. Too Much Rain
09. How Kind Of You

Disc 2
01. Band On The Run
02. Fine Line/Audience Participation
03. Lady Madonna
04. English Tea
05. Heartbreak Hotel
06. Jenny Wren
07. Follow Me
08. Blackbird
09. Mellotron Demo/Strawberry Fields Forever
10. Anyway
11. That's All For Now

domingo, 25 de julio de 2010

Echo & The Bunnymen - What Are You Going To Do With Your Life? (1999)

Cuando Echo & The Bunnymen se separó en 1988 dejó como legado una discografía inmaculada y, teóricamente, definitiva. Si tenemos en cuenta la suma de desencuentros y errores que signaron los años posteriores a la ruptura, nada hacía pensar que un retorno digno era posible. Sin embargo, esto no fue así… pero mejor comencemos por el principio.

Independientemente de la valoración que pueda hacerse sobre sus méritos artísticos, es imposible negar que la aparición de los Sex Pistols provocó un cataclismo en la música inglesa. De los escombros surgieron decenas de grupos que, con menor o mayor capacidad de recursos, fueron sumándole experimentación, melodías y melancolía a la rabia original del punk. En 1978, poco tiempo después de pelearse con Julian Cope y abandonar The Crucial Three, Ian McCulloch formó Echo & The Bunnymen junto a Will Sergeant (guitarra), Les Pattinson (bajo) y Echo, la maquina de ritmos que ocupó el lugar de cuarto integrante del grupo hasta que en 1980 ingresó Pete de Freitas. La banda contaba con cualidades como para sobresalir rápidamente: la notable voz de McCulloch, la pericia de Sergeant, y una gran lucidez para entender que la oscuridad y el encierro solo tienen sentido cuando se los contrapone a la luz. "Crocodiles" (1980), "Heaven Up Here" (1981) y "Porcupine" (1983) evidencian su evolución constante. Podemos escuchar estos discos como clásicos de la era post-punk y disfrutarlos por su peso específico, pero también debemos pensarlos como borradores de "Ocean Rain", una obra extraordinaria.

"Ocean Rain" (1984) es el soundtrack de una travesía nocturna por aguas turbias. McCulloch, secundado por un Seargent brillante y una orquesta de 53 músicos, rememora tiempos pretéritos mientras descubre que el horizonte es inalcanzable y nuestro destino ya está escrito. "The Killing Moon", probablemente la mejor canción de todos los tiempos, es el momento culminante de este viaje. Al año siguiente Echo & The Bunnymen publicó "Songs to Learn & Sing" (1985) una recopilación de simples que incluyó la inédita "Bring On the Dancing Horses" y los hizo conocidos en todo el mundo. La primera etapa de su carrera se cerró con la edición de un disco homónimo. "Echo & The Bunnymen" (1987) ofreció una colección de canciones de indudable calidad en la que se destacan "Lips Like Sugar" y "The Game". Sin embargo, estuvo lejos de alcanzar su principal objetivo: la consagración en Estados Unidos. Por otra parte, más allá de poseer numerosas virtudes, el disco tampoco se acercó a la majestuosidad de "Ocean Rain". Estos motivos, sumados a las tensiones que había entre Ian y el resto de los músicos desembocaron en la separación del grupo, y es en este punto cuando volvemos al principio del post.

La edición de "Candleland" (1989) -el endeble debut como solista de Ian- la muerte de Pete de Freites y la edición de "Reverberation" (1990) -el psicodélico e insulso disco de unos Echo & The Bunnymen cuya formación estaba integrada por Sargeant, Pattinson y un ignoto vocalista llamado Noel Burke- acabaron con la esperanza que teníamos de que la separación fuera transitoria. "Mysterio" (1992), el segundo disco de Ian McCulloch, solo sumó una nueva decepción a pesar de "Lover, Lover, Lover"... Al año siguiente recibimos una noticia tan inesperada como excitante: McCulloch estaba trabajando en un nuevo disco junto a Johnny Marr, pero la expectativa rápidamente se vio frustrada, ya que al poco tiempo nos enteramos que el registro de esas sesiones se había extraviado. Si bien las grabaciones nunca aparecieron -se trata de uno de los discos perdidos más famosos de la historia del rock- este encuentro sirvió para que Ian recuperara la confianza en si mismo, como confesaría años más tarde. A sabiendas de que necesitaba un colaborador de peso, en 1994 McCulloch hizo las pases con Sergeant y juntos formaron una nueva banda que, por una cuestión de derechos de autor o por pudor, se llamó Electrafixion. "Burned" (1995), el único disco que editaron, presenta dos canciones - quizás tres- del inconcluso proyecto McCulloch-Marr. A pesar de eso, el resultado es decepcionante. Dark, ruidoso y totalmente inconexo con la música que se escuchaba por ese entonces, dejó un gusto amargo a propios y extraños. Después de tantos pasos en falso, nada hacía imaginar que en 1997 Les Pattison iba a unirse a Ian y Will para darle vida a unos renovados Echo & The Bunnymen; mucho menos que el fruto de ese retorno iba a ser un disco de la envergadura de "Evergreen". Lejos del esplendor y la psicodelia de la década pasada, la banda ofreció en su regreso un álbum austero, repleto de melodías redondas, que aborda la tradición pop inglesa desde un nivel superior al del britpop. “Nothing Last Forever” -con coros de Liam Gallagher- y "Empire State Halo" son mis canciones predilectas. El próximo paso de la banda fue más sorprendente todavía.

Una de las particularidades de Echo & The Bunnymen es que en todas sus portadas -excepto en la de su disco homónimo, que consistía en un primer plano de sus rostros- aparecen en medio de paisajes naturales. En "What Are You Going to Do with Your Life?" otra vez vemos un paisaje, un camino inhóspito en el medio del desierto, pero la imagen es desconcertante: solo Ian transita por ese camino. Les Pattison tenía que cuidar a su madre enferma y decidió no participar en la grabación del álbum. Will Sergeant si lo hizo, pero lo vivió como un suplicio. Tiempo más tarde declaró lo siguiente: "Hacer ese disco fue probablemente el peor momento de mi vida entera. Lo odiaba. Estoy en todos los tracks, aquí y allá, pero en general me quedé en la tienda… Fue una experiencia horrible". La portada, entonces, anticipaba el contenido: este es el tercer disco solista de Ian McCulloch, quien de esa manera salda cuentas por la edición de "Reverberation". A diferencia de sus débiles trabajos anteriores, esta vez Ian logra un resultado excelso. Con el acompañamiento de la London Metropolitan Orchestra, graba nueve canciones que tienen mucho más que ver con Burt Bacharach que con su propio pasado. "Ya no tengo miedo de la usura, del envejecimiento, porque sé que puedo encarar el futuro sobre estas nuevas bases. Tampoco tengo la necesidad de autocompadecerme; es como si estas canciones tan directas y personales hubieran tenido un efecto catártico. Olvídense de "The Bends" y de "Nevermind": acá tienen el mejor disco de la década. Al fin de cuentas, era bastante fácil de hacer: bastaba con ser yo mismo y decir la verdad". Las palabras de McCulloch encuentran su respaldo en una serie de canciones pletóricas de elegancia: la simpleza de "What Are You Going to Do With Your Life?", la belleza inconmensurable de "Rust", y la ternura de "Fools Like Us" son frutos de un songwriter maduro, que está atento a todas las miradas pero es fiel a su esencia; que pretende ser Sinatra, Bowie y Leonard Cohen al mismo tiempo y en el intento consigue despojarse de todos los clichés para, finalmente, ser el mismo.

La discografía de Echo & The Bunnymen tuvo su continuación con el psicodélico "Flowers" (2001) en donde Will Sergeant volvió a tener un papel protagónico; "Siberia" (2005) otro gran álbum que retomó elementos de "Evergreen" y "What Are You Going To Do..." para demostrar que la banda tenía una vigencia elogiable; y el rockero "The Fountain" (2009), que a pesar de su sonido poderoso, roza la vulgaridad, convirtiéndose de esa manera en su trabajo menos recomendable. "The Fountain" tiene algunos puntos de contacto con "Slideling" (2003) el tercer -¿o cuarto? disco de Ian McCulloch, que ofrece una serie de canciones correctas, de sonido claro y homogéneo, pero no mucho más que eso.

Track List:
01. What Are You Going to Do With Your Life?
02. Rust
03. Get in the Car
04. Baby Rain
05. History Chimes
06. Lost on You
07. Morning Sun
08. When It All Blows Over
09. Fools Like Us

domingo, 11 de julio de 2010

Shack - Here's Tom With The Weather (2003)

Además de ser uno de mis pasatiempos favoritos, investigar los hypes de la prensa musical inglesa es una actividad que me reporta numerosas utilidades. Leer que Kasabian, Maximo Park, Bloc Party, Kaiser Chiefs, The Courteneers, The Klaxons, These New Puritans o The Horrors son presentados como los nuevos Beatles/Smiths/Stone Roses y luego esperar a que desaparezcan rápidamente -o lo que es peor, a que publiquen un segundo disco espantoso- es un recordatorio permanente de que la mejor música de los últimos años se está gestando lejos del Reino Unido. Además, peer to peer mediante, me ha servido para distinguir lo accesorio de lo importante: comprar el primer simple de Hurts o The Drums antes que nadie ha pasado a ser una jactancia anticuada, y por lo tanto inútil... Si repasamos los hypes más insólitos de los últimos veinte años, hay dos que se destacan particularmente. El primero fue gestado por la extinta Melody Maker a mediados de los noventa y pretendió consagrar al RoMo (Romantic and Modernist). La supuesta resurrección del movimiento New Romantics estaba liderada por grupos como Orlando, Sexus, Dexdexter, Hollywood, Plastic Fantastic y Viva. Con mucho esfuerzo conseguí los simples de todos estos grupos: eran absolutamente inservibles. Como se imaginaran, el invento no funcionó y a las pocas semanas el RoMo pasó al olvido. El segundo hype, si bien fue exagerado, pretendió ser un acto de justicia y tuvo como protagonista a la banda que hoy nos ocupa: Shack.

El ejemplar del 23 de octubre de 1999 del NME tenía un titulo sorprendente: “Este hombre es nuestro songwriter más grande ¿Lo reconoce?” La portada era ocupada por una foto enorme de Michael Head, al que está claro, casi nadie conocía. Lo curioso es que Head no era ningún novato, más bien todo lo contrario: debutó en 1982, con la edición de "(There's Always) Something on My Mind", el simple debut de The Pale Fountains. El primer grupo de este campeón desparejo poseía un repertorio pletórico de canciones pop sencillas y delicadas, pero también hay que decirlo, carecía de la grandeza de, por ejemplo, The Smiths o de sus vecinos Echo and the Bunnymen. El sorprendente "Pacific Street" (1984) y su sucesor, “From Across the Kitchen Table” (1985) -que aportaba mayor volumen en las guitarras y la producción de Ian Broudie (The Lightning Seeds)- tuvieron una tibia recepción y The Pale Fountians se disolvió en 1986. Inmediatamente Michael convocó a su hermano John y juntos formaron Shack. Esta banda debutó en 1988 con "Zilch", un disco que nunca escuché pero que las reseñas coinciden en señalar como prescindible. En 1991, luego de un nuevo cambio de compañía discográfica y de numerosos contratiempos, grabaron “Waterpistol”. La noche en que terminaron de mezclarlo se incendió el estudio y con él, las cintas originales del álbum. Chris Allison, su productor, tenía una copia en DAT, pero esa noche viajó a los Estados Unidos y se la olvidó en el auto que había alquilado. Cuando las cintas aparecieron en la casilla de correo del grupo, después de seis semanas de búsqueda desesperada, el sello que debía editar el disco ya no existía más… Shack se disolvió y los hermanos Head se sumaron a la formación de Love, el mítico grupo de los 60's que giraba por el mundo de la mano de su líder Arthur Lee. El trabajo duró poco, y nada se supo de Shack hasta 1995, cuando una pequeña discográfica alemana editó "Waterpistol". Como siempre, el álbum obtuvo buenas críticas pero sonaba demasiado fuera de tiempo como para llamar la atención de un público que estaba inmerso en las arrogantes tonadas del Brit Pop. En 1997 se produjo un nuevo retorno de los hermanos Head gracias a los oficios de un fan francés, quien financió el álbum de The Strands, la nueva encarnación de Shack. Su título fue “The Magical World of the Strands”, y a pesar de que se trataba del mejor disco que habían concebido los Head hasta ese momento, todo intento de trascendencia se vio frustrado por culpa de la adicción a la heroína que arrastraban Michael y John. Llegó 1999, un contrato con el sello London, el disco "HMS Fable" editado por unos reformados Shack, y la famosa tapa del NME. Pero, como contra el destino nadie la talla, ni el hype ni la calidad de las canciones lograron que el grupo finalmente se hiciera famoso. "HMS Fable" es uno de los grandes álbumes de brit pop editado cuando el brit pop ya era un chiste viejo, y la formula Beatles + Bacharach + The Who no le interesaba ni siquiera a los ingleses, que por entonces se conmovían con las lagrimas de cocodrilo de Thom Yorke o bailaban con un insoportable Moby. Por otra parte, más allá de su indudable calidad, "HMS Fable" tampoco merecía semejante hype. A pesar de ese nuevo fracaso y cuando nadie lo esperaba, Shack regresó por enésima vez en el 2003 con el fantástico “Here's Town with the Weather", un sorprendente álbum de canciones atemporales. "Soldier Man", "Byrds Turn to Stone", "Carousel" y "Chinatown" podrían haber sido escritas por Arthur Lee, Roger McGuinn, David Crosby o el Ian McCulloch de "Evergreen". Michael canta con una tranquilidad inédita, como si por fin hubiera asumido su destino y se conformara con ser solo un modesto trovador; confirmando, casi sin querer, que las valoraciones que se habían hecho en torno a su genio compositivo no estaban tan erradas después de todo.

El último trabajo de Shack se llama "On the Corner of Miles and Gil" (2006) y fue editado en Sour Mash Records, el sello de Noel Gallagher. "On the Corner of Miles and Gil" condensa la energía de "HMS Fable" con la armonía de “Here's Tom's with the Weather", redondeando un disco muy recomendable.

Track List:
01. As Long as I've Got You
02. Soldier Man
03. Byrds Turn to Stone
04. The Girl with the Long Brown Hair
05. On the Terrace
06. Miles Apart
07. Meant To Be
08. Carousel
09. On the Streets Tonight
10. Chinatown
11. Kilburn High Road
12. Happy Ever After