Física cuántica para los pobres de espíritu

domingo, 29 de noviembre de 2009

Benjamin Biolay - La Superbe (2009)

En lo que va del año se han publicado grandes álbumes, "La Superbe" quizás sea el más sorprendente de todos ellos. Mi amigo Carlos Gesualdo escribió una reseña para celebrarlo, y de esa manera confirmó que la línea de tiempo es flexible y está sujeta al cambio.

Uno de los personajes de Oscar Wilde decía que no cambiaría nada de Inglaterra excepto el clima, eso sería porque nunca estuvo en Sevilla en pleno mes de agosto. Yo dirá que no cambiaría nada de "La Superbe" excepto la portada. Benjamin Biolay, cantante, compositor, productor y actor (bien podría rodar la vida de Benicio del Toro), es considerado por la prensa francófona como el sucesor de Serge Gainsbourg y de la Chanson francesa. En lo particular, Gainsbourg no me ha llamado nunca la atención como lo ha hecho Biolay. Este "nouvelle enfant terrible" editó su primer álbum solista en 2001. Recibido con elogios y honores, ya había demostrado sus habilidades en "Jardin D´Hiver", canción que compuso junto a Karen Ann para el álbum de Henri Salvador en el 2000. Sin grandes dotes vocales, ha resuelto con inteligencia esta limitación agregando una manera personal de cantar. En un contexto menos interesante, se gloriaba de tener por suegro a Marcello Mastroianni y por suegra a la "toujours belle", Catherine Denueve.

Escuchar "La Superbe" en como descorchar un "Grand Vin de Château-Latour" y descubrir toda esa magnífica variedad de aromas conocidos y disfrutados en otros tiempos. En el transcurrir de la canciones, nos vamos encontrando con esos tintes de grandes músicos de intelectos privilegiados que hemos admirado a lo largo de nuestra vida, ahora procesados y decantados en las vasijas de la elegante y suntuosa bodega de monsieur Biolay. Una creación digna de las mejores cavas musicales y sin duda, uno de los mejores "varietales" cosecha 2009. Superbe!
Escrito por Carlo Gesualdo.
Track List:

Disc 1
01. La Superbe
02. 15 Aout
03. Padam
04. Miss Catastrophe
05. Ton Heritage
06. Si Tu Suis Mon Regard
07. Night Shop
08. Tu Es Mon Amour
09. Sans Viser Personne
10. La Toxicomanie
11. Brandt Rhapsodie

Disc 2
01. L'Espoir Fait Vivre
02. Prenons Le Large
03. Tout Ca Me Tourmente
04. Assez Parle De Moi
05. Buenos Aires
06. Rate
07. Lyon Presqu'Ile
08. Melancolique
09. Reviens Mon Amour
10. Jaloux De Tout
11. 15 Septembre

domingo, 22 de noviembre de 2009

Frank Sinatra - Watertown (1970)

Algunos discos son tan excepcionales que debemos conocer hasta el último de sus detalles, investigar todo lo relacionado con su creación, su proceso de grabación y su edición para poder disfrutarlos plenamente. La singularidad de “Watertown” nos demanda ese tipo de análisis, pero a cambio, nuestro afán se ve recompensado con creces.

“Watertown” (1970) es el último de una serie de grandes álbumes que Frank Sinatra editó a partir de “Strangers In The Night” (1966). Repasemos: “Francis A. & Edward K” -junto a Duke Ellington- (1968), “Cycles” (1968), “My Way” (1968) y “A Man Alone” (1969). Para su realización Sinatra convocó a Bob Gaudio y Jake Holmes, dos músicos que han sido olvidados con el paso del tiempo. Tal vez algún memorioso recuerde que Gaudio fue el compositor de "Can't Take My Eyes Off You" (Frankie Valli) y "The Sun Ain't Gonna Shine Anymore" (The Walker Brothers) o que Holmes escribió "Dazed and Confused" (Led Zeppelin). Otros relacionaran estos nombres con The Four Seasons, una banda que vendió millones de discos durante la década del sesenta y que tuvo una discreta relevancia en el plano artístico, por lo menos hasta la edición de “Genuine Imitation Life Gazette” (1968), un sorprendente disco conceptual creado a partir de estructuras oblicuas y arreglos inesperados. Como imaginarán, fue un fracasó rotundo... sin embargo Sinatra lo escuchó y pensó que sería una buena idea ofrecerle a Gaudio que se haga cargo -junto a Holmes- de la composición y producción de su próximo álbum. Una curiosa anécdota relativa a este encuentro es rescatada por el blog
Blogin' in the wind. Al igual que “Genuine Imitation Life Gazette”, "Watertown" es un álbum conceptual. Frank había visitado ese terreno en numerosas oportunidades -como para empezar a hablar con “In The Wee Small Hours” (1955) el primer disco de música pop concebido como una unidad sonora y no como una mera colección de singles- aunque esta vez fue más lejos que nunca. Una de las particularidades de "Watertown" es su sonido, tan equidistante de la obra anterior de Sinatra como de lo que se escuchaba en esos años en donde las orquestas solo se utilizaban en una psicodelia que poco a poco se convertía en sinfonismo. Carlos Callello -otro colaborador de los Four Seasons- y Joe Scott estuvieron a cargo de unos arreglos que, gracias a su gran bagaje de texturas, consiguen hacernos olvidar de la perfección formal con la que Nelson Riddle arropaba a Frank en sus trabajos anteriores. Otra de las características inusuales de este álbum, la más importante quizás, es la historia que narra: un hombre ha sido abandonado por su esposa y queda solo a cargo de sus dos pequeños hijos. Canción tras canción, el protagonista relata la crónica de su desamparo. En el lado A nos habla sobre Watertown, un pequeño pueblo en donde nada sucede excepto la lluvia (“Old Watertown/Everyone knows the perfect crime/killing time/and no one's going anywhere/livin's much too easy there). Cuenta como su mujer se fue y después de su adiós no hubo explosiones en el cielo ni se escucharon arreglos de cuerda. Detalla sus intentos por salir adelante a pesar de todo, las cartas que escribe para contarle como crecen sus hijos y termina confirmándonos que, a pesar de todo, volvería a enamorarse de ella (“If I live the past over/saw today from yesterday/I would be in love anyway/If I knew that you'd leave me/if I knew you wouldn't stay/I would be in love anyway”). En el lado B nos describe a Elizabeth, su esposa (“Dressed in dreams for me/you were what I wished to see”). Asegura que sabe lo que pasó y que va a olvidarlo para que todo vuelva a comenzar. Recibe –o imagina recibir- una carta en la que ella le anuncia su regreso, y concluye con “The Train”, en donde relata que va a la estación para recibirla, pero Elizabeth nunca baja del tren ("The passengers for Allentown are gone/the train is slowly moving on/But I can't see you any place/And I know for sure I'd recognize your face/And I know for sure I'd recognize your face"). El protagonista de "Watertown" se confunde con un Sinatra que se muestra vencido como nunca antes. Abandonado, perdido, desesperado. La maravillosa Sol García cree que esta historia es la representación del punto de débil de Frank: el trauma por el abandono de Ava Gardner. En cambio el blogger Francis @ tiene la inquietante teoría de que Elizabeth no abandonó a su marido, sino que en realidad falleció. “Lady Day”, una hermosa canción que pertenece a las sesiones de este disco pero recién vio la luz en "Sinatra & Company” -y fue añadida a "Watertown" a partir de su edición en CD- nos deja una frase que despierta sospechas: “...and died before the afternoon”. Si “Lady Day” fue un homenaje a Billie Holliday, o si fue el verdadero cierre para “Watertown” es algo que no tengo claro, aunque John Holmes, el letrista del álbum, jamás alentó la hipótesis de que Elizabeth haya muerto.

El disco fue un fracaso de ventas y Frank desistió de presentarlo en un especial de televisión, como había planeado originalmente. Un año más tarde, luego de la edición de “Sinatra & Company” -mitad refrito de su mágica unión con Jobim, mitad colección de descartes- un apesadumbrado Sinatra decidió retirarse del mundo de la música. Esta decisión fue provisoria, ya que retornó a los escenarios en 1973 con el exitoso “Ol’ Blue Eyes Is Back”. “Watertown” fue el cierre del periodo más personal de su carrera, en donde las heridas quedaron expuestas a la vista de todos, algo que nunca volvería a ocurrir.

Track List:
01. Watertown
02. Goodbye (She Quietly Says)
03. For A While
04. Michael & Peter
05. I Would Be In Love (Anyway)
06. Elizabeth
07. What A Funny Girl (You Used to Be)
08. What's Now Is Now
09. She Says
10. The Train
11. Lady Day (CD bonus track)

domingo, 8 de noviembre de 2009

Chris Isaak - Heart Shaped World (1989)

Hace diez años la revista Inrockuptibles publicó un jugoso reportaje a Ian McCulloch. Entre otras cosas, este dijo que a partir del fallecimiento de Frank Sinatra podía pensar seriamente en entrar en la competencia por el título del mejor cantante del mundo. Agregó luego: "Sinatra y Elvis fueron los maestros absolutos. Más allá de ellos, no le temo a nadie. Los tipos como yo han vivido durante la mayor parte de sus vidas con el peso de esos padres sobre sus hombros, lo que no es demasiado agradable cuando uno tiene el mismo oficio. Así que, en lugar de sentirme huérfano, me sentí aliviado, finalmente libre. Las cosas serias pueden empezar." Me imagino que Chris Isaak sintió un alivio similar cuando falleció Roy Orbison a finales de 1988. Casualidad o no, al año siguiente editó "Heart Shaped World", su primer gran disco.

Chris Isaak nació en California el 26 de junio de 1956. Formó su primer grupo en 1980 y lo llamó Silvertone. Debutó discográficamente recién en 1985, con un álbum titulado "Silvertone" aunque a esta altura ya era solista. De la formación inicial de la banda solo permanecían James Calvin Wilsey (guitarra) y el productor Erik Jacobsen, quien colaboraría con Isaak hasta "Baja Sessions" (1996). "Silvertone" vendió solo doce mil placas pero David Lynch lo escuchó e incluyó dos de sus canciones en el soundtrack de "Blue Velvet". Aunque este parezca un dato menor, será un antecedente para un hecho que sería determinante en la carrera de Isaak. "Chris Isaak" (1986) pasó desapercibido como su antecesor a pesar de ser un trabajo mucho más logrado que aquel. Canciones como la orbinsoniana "Blue Hotel" y "Fade Away" fueron las semillas de un sonido que florecería en su próximo álbum. Con "Heart Shaped World" (1989) comenzaron las cosas serias. Isaak abandonó el papel de mero reciclador para, por fin, ponerse a la altura de sus padres: Elvis y Roy Orbison. ¿Suena exagerado? No lo es en absoluto. Potenció sus virtudes innatas -una voz profunda, realmente dotada y un carisma envidiable- con un songwriting perfecto, en donde conjugó baladas nocturnas, algo de rockabilly y mucho rock, redondeando un resultado notable. Chris Isaak es un "beautiful loser", un cronista de la melancolía que canta sobre amores perversos, romances fallidos y abandonos, y lo hace con conocimiento de causa. Sus lagrimas en "Blue Spanish Sky" son las mismas que pudo haber derramado Roy Orbison cuando cantó "Only The Lonely" y son las que hemos derramado nosotros al rememorar esa sensación perdida de que el tiempo nunca iba a poder alcanzarnos. Como señalé, la calidad del repertorio es magnífica. Mientras que "I'm Not Waiting" y "Forever Young" nos movilizan a partir de su frescura; "Kings Of The Highway", "Wicked Game", "Blue Spanish Sky" y "Nothing's Changed" nos cautivan por la profundidad de su evocación. En el otro extremo podemos ubicar a la extraña "In The Heat Of The Jungle", la única pieza que desentona en un disco que roza la perfección. Es imposible escribir sobre "Heart Shapped World" sin hacer algún comentario puntual sobre "Wicked Game". La canción fue lanzada como primer corte del álbum, y al igual que este, no obtuvo ningún tipo de suceso. Esto cambió cuando David Lynch la incluyó -junto a "Blue Spanish Sky"- en el soundtrack de "Wild At Heart" (1990). A partir de ese momento se convirtió en un hit mundial.

Después de un rutinario "San Francisco Days" (1993), Chris Isaak editó otro disco maravilloso: "Forever Blue" (1995) el que repasaré próximamente.

Track List:
01. Heart Shaped World
02. I'm Not Waiting
03. Don't Make Me Dream About You
04. Kings Of The Highway
05. Wicked Game
06. Blue Spanish Sky
07. Wrong To Love You
08. Forever Young
09. Nothing's Changed
10. In The Heat Of The Jungle
11. Diddley Daddy